Hoy, 25 de febrero de 2021, la valentía de líderes religiosos en Cuba se suma a la creciente resistencia contra el régimen castrista. En medio de la represión y la miseria que asfixian al país, voces como la del sacerdote José Conrado Rodríguez y el pastor Alain Toledano han desafiado públicamente a la dictadura, denunciando sus abusos y exigiendo un cambio urgente para el pueblo cubano.
José Conrado, conocido por años de lucha desde su parroquia en Trinidad, ha sido claro: “El régimen ha perdido toda legitimidad moral”. En un sermón reciente, el sacerdote criticó la corrupción, la represión y la incapacidad del gobierno para resolver las necesidades más básicas de la población. Su mensaje, directo y sin miedo, ha resonado no solo entre los fieles, sino en toda la isla.
Por su parte, el pastor Alain Toledano, líder de una comunidad evangélica en Santiago de Cuba, enfrenta un hostigamiento constante por parte de las autoridades. Este año, su iglesia fue demolida por órdenes del gobierno bajo el pretexto de “violaciones urbanísticas”. Pero Toledano no se ha rendido: desde pequeños encuentros clandestinos con su congregación, ha denunciado la persecución religiosa que sufren las iglesias no alineadas con el castrismo.
El régimen, que históricamente ha intentado controlar y manipular a las instituciones religiosas, ve con recelo la creciente voz crítica de los líderes espirituales. La Oficina de Asuntos Religiosos, órgano encargado de supervisar las actividades de las iglesias, actúa como un brazo represivo, imponiendo restricciones y sanciones a quienes no se alinean con la narrativa oficial.
Sin embargo, los religiosos en Cuba están demostrando que la fe también puede ser una herramienta de resistencia. Las iglesias se están convirtiendo en espacios de refugio y organización para muchos cubanos que buscan esperanza en medio de la desesperación. Y mientras el régimen reprime con violencia, los líderes religiosos responden con un mensaje de amor, dignidad y libertad.
La dictadura teme el impacto de estas voces porque sabe que, en un país donde el miedo ha sido la herramienta principal de control, la fe puede ser un arma poderosa contra la opresión. Los sermones de líderes como José Conrado y Alain Toledano no solo inspiran a sus congregaciones, sino que también envían un mensaje al mundo: en Cuba, la resistencia está viva, y ningún acto de represión podrá apagarla.
Patria y Vida.