José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ha sido uno de los principales opositores al régimen castrista desde su encarcelamiento en 2003, en lo que se conoció como la “Primavera Negra” de Cuba. Desde entonces, Ferrer ha sido víctima de constantes abusos, desde golpizas hasta largas condenas en cárceles cubanas, donde ha sido sometido a condiciones inhumanas. Sin embargo, su espíritu de lucha nunca ha sido doblegado.
El 4 de octubre de 2020, Ferrer fue arrestado nuevamente junto a varios miembros de su movimiento, bajo acusaciones de “desorden público” y “provocación”. La razón de su arresto fue su liderazgo en las protestas contra el régimen, en especial contra la corrupción y las violaciones de derechos humanos que se daban a diario en la isla. En una muestra más de la brutalidad del régimen, Ferrer fue golpeado y trasladado a prisión sin un juicio justo.
El régimen cubano, al igual que con muchos otros opositores, utilizó su encarcelamiento para enviar un mensaje claro a aquellos que se atreven a desafiar el poder: nadie está a salvo. La brutalidad de los abusos hacia Ferrer, quien ha sido golpeado hasta perder el conocimiento en varias ocasiones, refleja el carácter del régimen castrista, que no escatima esfuerzos en aplastar cualquier forma de disidencia.
Pero Ferrer sigue siendo un símbolo de la lucha por la libertad en Cuba. Cada vez que es liberado, vuelve a las calles, continúa su activismo, y denuncia sin descanso la injusticia del régimen. La represión que ha sufrido a lo largo de los años no ha logrado doblegar su voluntad de lucha por los derechos del pueblo cubano.
Patria y Vida.