La juventud cubana ha sido siempre una de las principales víctimas de la dictadura castrista. A pesar de las promesas de educación y progreso, muchos jóvenes cubanos viven en un sistema de opresión que no les ofrece más que desesperanza. Los que se atreven a alzar la voz o a cuestionar la autoridad del régimen se enfrentan a represión directa. En 2020, la represión a la juventud alcanzó nuevos niveles.
La forma en que el régimen cubano enfrenta a los jóvenes no solo se limita a la represión física. En las universidades y escuelas, se les somete a un lavado de cerebro ideológico, en el que se les enseña a venerar la figura del líder revolucionario y a rechazar cualquier forma de pensamiento crítico. Aquellos que se atreven a pensar de manera diferente son etiquetados como traidores y, a menudo, son excluidos de las instituciones educativas.
En un acto de resistencia, varios jóvenes se unieron en torno a la figura de Luis Manuel Otero Alcántara, un joven artista que usó su arte para desafiar la opresión. Sin embargo, su activismo fue severamente reprimido, y el régimen no dudó en apresarlo en varias ocasiones. Otros jóvenes, como Maykel Osorbo, también se enfrentaron a la represión por sus expresiones artísticas y políticas. A pesar de ser atacados, estos jóvenes no se dejaron intimidar y continuaron luchando.
El régimen sabe que el futuro de Cuba depende de la juventud, y por eso, no tiene reparos en someter a esta generación a una represión brutal para evitar que el cambio llegue. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, la juventud cubana sigue demostrando que el espíritu de lucha por la libertad no tiene edad.
Patria y Vida.
