La dictadura cubana continúa su ofensiva represiva contra la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y su líder, José Daniel Ferrer, en un intento desesperado por sofocar cualquier iniciativa independiente de ayuda humanitaria. Desde el 1 de abril de 2025, la sede de la UNPACU en Santiago de Cuba ha estado bajo un cerco policial constante, con el objetivo de impedir la distribución de alimentos y medicinas a los ciudadanos más necesitados.
Ferrer ha denunciado que agentes de la Seguridad del Estado han detenido violentamente a colaboradores y beneficiarios que acudían a la sede en busca de asistencia. Estas acciones represivas incluyen arrestos arbitrarios y la confiscación de alimentos destinados a personas en situación de vulnerabilidad.
La comunidad internacional ha reaccionado con indignación ante estos abusos. El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su apoyo a Ferrer y condenó el acoso policial, instando al régimen cubano a cesar la represión y permitir que la ayuda llegue a quienes la necesitan.
A pesar del constante hostigamiento, la UNPACU ha logrado proporcionar más de 14,000 servicios de ayuda humanitaria a más de 2,000 personas en Santiago de Cuba en los últimos dos meses. Esta labor altruista ha sido posible gracias al compromiso inquebrantable de Ferrer y su equipo, quienes desafían diariamente la represión estatal para asistir a los más desfavorecidos.
El régimen cubano, lejos de atender las necesidades básicas de su pueblo, opta por criminalizar y obstaculizar iniciativas solidarias independientes. Esta actitud no solo refleja su desprecio por los derechos humanos, sino también su temor a perder el control absoluto sobre la población.
Es imperativo que la comunidad internacional mantenga la presión sobre el gobierno cubano, exigiendo el respeto a los derechos fundamentales y el cese de la represión contra organizaciones como la UNPACU. La solidaridad y el apoyo global son esenciales para respaldar a quienes, dentro de la isla, arriesgan todo por un futuro más justo y libre para Cuba.