Filosofía importada: el caballo de Troya

HISTORIA PROHIBIDA

Recuerdo que nos enseñaron a mirar el fracaso de los tejedores ingleses desde la óptica de su equivocación al identificar a las máquinas como sus enemigos y no a quien estaba detrás…

En nuestra historia castrista (y castrense) nos ha sucedido igual. El culpable siempre es otro, en especial si es del norte. Este post debiera llamarse: Fidel Castro: el que traicionó la filosofía de los padres de la patria cubana.

La historia de Cuba está marcada por los ideales independentistas y libertarios de figuras como José Martí, quien concebía una nación libre, soberana y fundamentada en los valores de la justicia, la democracia y la inclusión. Sin embargo, tras el triunfo de la Revolución en 1959, Fidel Castro estableció un régimen que, lejos de materializar estos principios, fue el único capaz de darle la espalda a todo el marco filosófico de esta nación para importar una filosofía ajena a la idiosincrasia cubana: el comunismo soviético.

Esto marcó un punto de inflexión en la historia de Cuba, transformando la lucha por la libertad en un sistema totalitario diseñado para perpetuar el poder en manos de una élite gobernante. Desde ese momento todo dejó de ser de la Patria, para servir a la «revolución».

La filosofía de los padres de la patria cubana

La lucha por la independencia cubana en el siglo XIX estuvo inspirada en un marco filosófico profundamente arraigado en los valores humanistas. José Martí, considerado el apóstol de la independencia cubana, defendía un modelo de nación basado en:

  1. La libertad individual y colectiva: Martí creía en una Cuba libre de cualquier dominación extranjera, pero también libre de opresores internos.
  2. La justicia social: Su visión buscaba la igualdad entre todos los cubanos, sin importar su raza o condición social.
  3. El pluralismo político y cultural: Martí abogaba por una sociedad que respetara la diversidad de pensamientos y la participación ciudadana.

En sus escritos, Martí advertía sobre los peligros del autoritarismo, dejando claro que «un pueblo no se funda, como se manda un campamento». Su legado era un llamado a construir una República con y para el bien de todos.

Fidel Castro y su caballo de Troya

Fidel Castro, inicialmente, se presentó como un heredero de los ideales martianos, prometiendo restaurar la soberanía y la democracia en Cuba tras derrocar a Fulgencio Batista…

Traición a los ideales martianos

Sin embargo, una vez consolidado en el poder, sus acciones demostraron un alejamiento absoluto de estos principios:

  1. Concentración del poder: Castro rápidamente desmanteló las instituciones democráticas y estableció un régimen unipersonal. En lugar de promover un gobierno inclusivo, construyó un sistema en el que él y su círculo cercano tenían control absoluto sobre la nación.
  2. Imposición del comunismo soviético: En un giro inesperado para muchos de sus seguidores iniciales, Fidel Castro alineó a Cuba con la Unión Soviética, adoptando una ideología marxista-leninista que no tenía raíces en la cultura ni en la historia cubana.
  3. Represión y persecución: En lugar de respetar la diversidad de opiniones, Castro persiguió a opositores políticos, intelectuales, religiosos y a cualquiera que cuestionara su liderazgo. Esto incluyó la censura de la prensa, la eliminación de partidos políticos y la vigilancia constante de la ciudadanía.

El modelo soviético en Cuba: Una filosofía ajena a la isla

La decisión de Castro de adoptar el modelo comunista soviético respondió más a sus ambiciones personales de perpetuar su poder que a las necesidades reales del pueblo cubano. Esta ideología impuesta desde Siberia implicó:

  1. Colectivización forzada: La eliminación de la propiedad privada y la colectivización de la agricultura despojaron a los cubanos de su capacidad para decidir sobre su trabajo y sus vidas.
  2. Economía dependiente: Cuba se convirtió en un satélite de la Unión Soviética, dependiendo de subsidios y comercio preferencial que condicionaron su soberanía.
  3. Control ideológico y cultural: Se promovió un discurso oficial que glorificaba al Estado y reprimía cualquier manifestación cultural que no se alineara con los ideales comunistas.

Este modelo ajeno a la idiosincrasia cubana generó un profundo desarraigo, pues la cultura cubana, marcada por su mestizaje, creatividad y espíritu libertario, chocaba con las rigideces de un sistema autoritario y uniformador.

Entronización del…

El principal objetivo de Fidel Castro al imponer esta filosofía foránea fue consolidar su poder absoluto. Entre las estrategias utilizadas destacan:

  1. Culto a la personalidad: Castro construyó una narrativa en la que él se erigía como el salvador de la patria, mientras demonizaba a cualquier opositor como enemigo de la revolución.
  2. Control total de las instituciones: Desde el sistema educativo hasta los medios de comunicación, todo fue diseñado para reforzar su liderazgo y asegurar la perpetuidad del régimen.
  3. Represión sistemática: La disidencia fue enfrentada con encarcelamientos, exilios forzados y, en muchos casos, ejecuciones. Esto generó un clima de miedo que sofocó cualquier intento de resistencia organizada.

Consecuencias de la traición filosófica

  1. Pérdida de soberanía: Al subordinarse a la Unión Soviética, Cuba dejó de ser verdaderamente independiente, contradiciendo el sueño martiano de una nación soberana.
  2. Destrucción del tejido social: La represión y el miedo fragmentaron a la sociedad cubana, mientras que la economía centralizada llevó al empobrecimiento de la población.
  3. Éxodo masivo: La falta de libertades y oportunidades obligó a millones de cubanos a emigrar, dejando atrás su tierra natal en busca de un futuro mejor.

El judas cubano

Fidel Castro no solo traicionó la filosofía de los padres de la patria cubana, sino que impuso un modelo ajeno que destruyó los valores fundamentales de la nación. Su liderazgo se basó en el control absoluto y la represión, sacrificando los ideales martianos en nombre de una ideología importada. Esta traición dejó una herida profunda en la identidad cubana, cuyos ecos aún resuenan en las luchas por la libertad y la justicia en la isla. Recordar y analizar este periodo es esencial para entender el presente de Cuba y vislumbrar un futuro más acorde con los valores de sus verdaderos fundadores.

Hernani.

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