En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Cuba se encuentra una vez más entre los países con peores índices de libertad de expresión, según Reporteros Sin Fronteras. El régimen castrista ha intensificado su persecución contra periodistas independientes, demostrando que la verdad es su mayor enemigo.
En los últimos meses, medios como 14ymedio, El Toque y Cibercuba han sido blanco constante de amenazas, detenciones y restricciones. Sus periodistas enfrentan el acoso de la Seguridad del Estado, vigilancia constante, y, en muchos casos, el destierro forzoso. Luz Escobar, reportera de 14ymedio, ha sido retenida en su casa en varias ocasiones mediante actos de repudio organizados por las fuerzas represivas. Cada vez que intenta cubrir la realidad del pueblo cubano, recibe visitas intimidantes de oficiales que buscan callarla.
Otro caso alarmante es el de Abraham Jiménez Enoa, fundador de El Estornudo. En 2021, fue citado por la policía política y amenazado con cargos criminales por “desacreditar la Revolución”. Aunque ahora vive en el exilio, sigue utilizando su pluma para desenmascarar la corrupción y la represión en Cuba, a pesar de los intentos del régimen por silenciarlo.
La censura digital también se ha convertido en un arma clave del castrismo. Desde cortes selectivos de internet hasta la vigilancia masiva de redes sociales, el gobierno controla férreamente el flujo de información. Plataformas independientes que difunden noticias reales son bloqueadas sistemáticamente dentro de la isla, obligando a los cubanos a buscar formas clandestinas de mantenerse informados, como el uso de VPNs y redes clandestinas para compartir contenido.
A través del Decreto-Ley 370, conocido como la “Ley Azote”, el régimen ha legalizado la persecución de quienes publican contenido crítico en internet. Esta ley ha sido utilizada para multar y hostigar a ciudadanos comunes, periodistas y activistas que se atreven a denunciar la verdad en redes sociales.
La represión no solo afecta a quienes ejercen el periodismo independiente, sino también al derecho de los cubanos a estar informados. En un país donde los medios estatales funcionan como un brazo propagandístico del Partido Comunista, la prensa libre es esencial para documentar los abusos del régimen y dar voz a quienes no tienen voz.
El pueblo cubano necesita urgentemente el apoyo de la comunidad internacional. Los periodistas independientes en Cuba son héroes modernos que arriesgan su libertad, y en muchos casos, su vida, por decir la verdad. Mientras el régimen los persigue, el mundo tiene la responsabilidad de amplificar sus voces y garantizar que sus denuncias lleguen a oídos globales.
Patria y Vida.