La masonería cubana —una de las pocas organizaciones con tradición de independencia en la isla— está atravesando su peor crisis en décadas. Lo que comenzó como un escándalo interno por malversación de fondos se transformó en una muestra más de cómo el régimen cubano, a través de sus organismos de control, intenta someter toda expresión de autonomía civil.
Este artículo resume de forma cronológica y clara lo ocurrido desde 2024 hasta hoy, con nombres, hechos y consecuencias. Una historia que no solo revela la fragilidad institucional bajo la dictadura, sino también la resistencia de los cubanos dentro de sus propias organizaciones.
🔹 Enero 2024: el escándalo que lo inicia todo
En enero de 2024, la masonería cubana descubre el robo de más de 19.000 dólares del Asilo Nacional Masónico, ubicado en el Gran Templo de La Habana. Las investigaciones internas apuntan a Mario Alberto Urquía Carreño, quien en ese momento era el Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba.
Como consecuencia, el 25 de enero, el Supremo Consejo del Grado 33 y la mayoría de las logias del país deciden expulsar a Urquía de la masonería, acusándolo de fraude y mal manejo de los recursos. La expulsión fue histórica y masiva: más de 300 logias lo desconocieron como líder.
🔹 Junio 2024: el régimen interviene
Meses después, el Ministerio de Justicia (MINJUS) —órgano del régimen cubano— invalida la expulsión de Urquía y lo restablece como Gran Maestro, alegando que la sanción no cumplió con “el debido proceso”. Esta decisión desata la indignación de la comunidad masónica, que ve la acción como una intervención directa del Estado en una organización independiente.
Masones de todo el país acusan al régimen de querer imponer a Urquía como figura de control dentro de la institución, en un intento de someter a la masonería como ya ha hecho con las iglesias, los sindicatos y otras agrupaciones.
🔹 Julio – Agosto 2024: rebelión masónica y renuncia de Urquía
Durante el verano de 2024, las tensiones escalan. Urquía intenta suspender logias, sancionar a sus críticos y reafirmarse como autoridad legítima, incluso buscando respaldo de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista.
En respuesta, masones protestan públicamente en las calles, frente a la sede de la Gran Logia, exigiendo su renuncia. Finalmente, a mediados de agosto de 2024, Urquía dimite, en medio de una oleada de presión y rechazo generalizado.
🔹 Septiembre 2024 – Marzo 2025: el interinato de Filema Duarte
Tras la renuncia de Urquía, Mayker Filema Duarte, quien era su segundo al mando, asume provisionalmente como Gran Maestro. Se compromete a convocar elecciones para regularizar la situación.
Sin embargo, a inicios de 2025, Filema comienza a retrasar el proceso electoral. Suspende reuniones, ignora llamados de las logias y extiende su mandato sin base legal. El malestar vuelve a crecer.
🔹 Mayo 2025: el golpe desde abajo
El 25 de mayo de 2025, más de 200 logias de toda Cuba se reúnen y votan de forma unánime para destituir a Filema y nombrar como interino a Juan Alberto Kessel Linares, antiguo Diputado Gran Maestro.
Aunque la votación es clara, Filema se niega a abandonar el cargo y permanece atrincherado en la sede de la Gran Logia, con el respaldo implícito del Ministerio de Justicia y la Seguridad del Estado.
🔹 Junio – Julio 2025: la resistencia masónica se fortalece
Durante las semanas siguientes, cientos de masones se concentran frente a la sede en La Habana, exigiendo que se respete su decisión interna y que Filema abandone el cargo. Hay reportes de presión policial, amenazas, y hasta arrestos a figuras reconocidas del movimiento.
A pesar del intento de amedrentamiento, las logias logran retomar el control de la sede y reafirman su autonomía. Se anuncia que se realizarán elecciones democráticas en septiembre de 2025, con la participación de todas las logias activas.
🔥 ¿Por qué esto importa?
Este conflicto no es solo una disputa interna. Muestra cómo el régimen cubano:
- Intenta controlar toda organización independiente, incluso aquellas que no tienen una agenda política.
- Usa instituciones estatales como el Ministerio de Justicia para manipular y reprimir procesos autónomos.
- Ve en la masonería —con su red de logias, su historia de pensamiento libre y su carácter civil— una amenaza potencial a su hegemonía totalitaria.
✊ Conclusión: una luz en la oscuridad
La masonería cubana ha demostrado que la resistencia organizada aún es posible en Cuba. Con decisiones firmes, votos masivos, protestas pacíficas y valentía frente a la represión, cientos de hombres han defendido su derecho a existir al margen del control del Partido Comunista.
Desde Cubasincensura.org, nos solidarizamos con esta lucha. Porque la libertad no se impone, se construye. Y la masonería —al igual que tantos cubanos valientes— nos está recordando que Cuba no está vencida.