Wilfredo González: La cara económica del control digital en Cuba

HEROES Y VILLANOS

Wilfredo González, viceministro de Comunicaciones de Cuba, es una figura clave en la implementación de políticas digitales que buscan reforzar el control estatal sobre las telecomunicaciones y el acceso a internet en la isla. Aunque su perfil es menos conocido públicamente, González ha desempeñado un papel esencial en la expansión de la censura digital, la vigilancia masiva y el bloqueo de plataformas utilizadas por los cubanos para expresarse y organizarse.

Nacido en La Habana, Wilfredo González tiene una formación técnica en telecomunicaciones. Su carrera comenzó dentro del Ministerio de Comunicaciones, donde rápidamente ascendió gracias a su lealtad ideológica al régimen. A lo largo de los años, ha supervisado proyectos relacionados con la infraestructura digital de la isla, así como con el uso de herramientas tecnológicas para restringir libertades fundamentales.


Control de internet y censura digital

Como viceministro, Wilfredo González ha liderado la implementación de regulaciones que refuerzan el control estatal sobre las comunicaciones en Cuba. Esto incluye el Decreto-Ley 35, promulgado en 2021, que establece severas restricciones a los contenidos considerados “subversivos” o “contrarrevolucionarios” y otorga al gobierno la capacidad de sancionar a quienes usen las redes sociales para criticar al régimen.

Bajo la dirección de González, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) se ha convertido en una herramienta clave para la vigilancia masiva. A través de ETECSA, el gobierno ha bloqueado sitios web independientes, limitado el acceso a plataformas como WhatsApp, Facebook y Twitter durante las protestas, y monitoreado las comunicaciones privadas de activistas y periodistas.


Su papel en la represión del 11J

Durante las protestas del 11 de julio de 2021 (11J), Wilfredo González fue uno de los responsables de las medidas de blackout digital que implementó el régimen para silenciar a los manifestantes. El corte de internet y la restricción de datos móviles impidieron que los cubanos compartieran imágenes y videos de las protestas, dificultando la organización y la denuncia internacional de los abusos cometidos por las fuerzas represivas.

Además, bajo su supervisión, se utilizaron herramientas de vigilancia para identificar a líderes opositores y convocantes de las manifestaciones, lo que facilitó su arresto y persecución.


Una economía digital al servicio del régimen

Aunque Wilfredo González ha promovido proyectos como la expansión de la red 4G en Cuba, estas iniciativas han estado condicionadas por los intereses políticos del régimen. El acceso a internet en la isla sigue siendo caro, limitado y controlado, lo que perpetúa la exclusión digital y garantiza que solo una élite pueda utilizarlo plenamente.

González también ha impulsado la creación de aplicaciones móviles y plataformas digitales gestionadas por el Estado, como Transfermóvil y EnZona, que buscan monopolizar los servicios financieros digitales y centralizar aún más el control económico del régimen.


Conclusión

Wilfredo González es un arquitecto del control digital en Cuba, utilizando su experiencia en telecomunicaciones para consolidar la censura, la vigilancia y la represión en el ámbito tecnológico. Su figura representa cómo el régimen adapta herramientas modernas para perpetuar su sistema autoritario, sacrificando las libertades fundamentales de los ciudadanos cubanos en nombre de la estabilidad política.

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